Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

sábado, 14 de julio de 2012

Indiferencia.


“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”.

Mahatma Gandhi.

Gandhi en su pensamiento, hace referencia al estado indiferente de las personas, a la indiferencia orientada hacia el egoísmo, al desinterés por conveniencia o simplemente por abulia, al no hacerse cargo de obligaciones secundarias, pensamiento que comparto totalmente hasta los puntos y las comas. Sin embargo, la indiferencia tiene otra mirada, creo que es válido ser indiferente ante circunstancias que generen una respuesta de contenido agresivo y en consecuencia, desencadenantes de un resultado no deseado.

Me voy a detener en el primer punto del párrafo anterior, a la mala indiferencia, que en realidad la podríamos enmarcar dentro los grises, porque no le encuentro sustento, ni exactitud; no es blanca ni es negra, es gris. Como estamos hablando del lado “malo”, podríamos pensar en el odio, la envidia, la ira, etc., pero estos son sentimientos con cuerpo, en cambio la indiferencia, si bien es una práctica, carece de formas. La falta de compromiso, la mayoría de las veces, provocada porque no nos importan tales o cuales sucesos o personas, porque a nosotros no nos afectan o porque simplemente estamos instalados en la comodidad y no pensamos salir de ella, nos está convirtiendo en cómplices de la injusticia.

Me pregunto si el indiferente será feliz, sinceramente creo que no, porque se está negando a sí mismo el estado de felicidad que se siente cuando se asumen compromisos aunque no sean de nuestra incumbencia, cuando nos hacemos cargo de situaciones que nos rozan, cuando hacemos obras de bien, por más pequeñas que sean, o cuando ayudamos a quienes lo necesitan sin que nos lo pidan ya sean conocidos o desconocidos; son nuestros semejantes y una vez más debemos desarrollar la capacidad de empatizar. La vida, a pesar que es hermosa, tiene muchas curvas y contra curvas y nunca sabremos en qué momento podemos estar situados en la otra cara de la historia.

viernes, 13 de julio de 2012

¡Hasta siempre Leda!



"Durmiendo. Estaba en Cafayate, Salta. Era una noche de carnaval, yo tenía 21 años y allí descubrí la baguala. Me desvelaron tres mujeres que se detuvieron frente a mi balcón. Yo nunca había oído hablar de la baguala y entonces me parecía que tenía que ser algo muy misterioso, muy poderoso. Después de escucharlas me prometí recuperar semejante regalo de la tierra". Leda Valladares.

La partida de Leda nos deja una profunda tristeza, una Grande de nuestra mùsica folclòrica, cuyo aporte a la cultura ha sido màs que intenso por su hondo sentir de las cosas nuestras, por su gran respeto a nuestras raìces, Leda con su poesìa, sus composiciones y todo su talento ha paseado su obra por el mundo, desparramando en èl un pedacito de nuestra tierra.

Recuerdo que hace poco màs de un año, despedimos a su entrañable amiga Marìa Elena Walsh y en aquèl momento tambièn recordamos a Leda por sus trabajos en conjunto, cuando se encontraron en Parìs y formaron un dùo ofreciendo temas de nuestro folclore, marcando un èxito rotundo. 

Seguramente estaràs con Marìa Elena y en ese reencuentro recrearàs las bellìsimas obras que nos dejaste. Nunca te olvidaremos...







lunes, 9 de julio de 2012

Hablar por hablar.


“Las personas que tienen poco que hacer son por lo común muy habladoras: cuanto más se piensa y obra, menos se habla”. Montesquieu.

La comunicación es un arte que nos permite vincularnos con nuestros semejantes, pero evidentemente no todos sabemos apreciar esta maravillosa herramienta y menos utilizarla. Creo que el escritor, en su pensamiento, se refiere a la verborragia como una de las tantas características humanas, pero quisiera darle otro giro al punto en cuestión y reflexionar sobre aquellas personas que hablan por el simple hecho de hablar, de aquellas personas que emiten argumentos de cualquier naturaleza sin saber lo que dicen o que no revisan los argumentos que van a transmitir o a retransmitir.

Esto surge a partir de un debate con algunas de mis alumnas, a raíz de algunos correos electrónicos que reciben con contenido propagandístico, tendenciosos, difamatorios, desinformativos, etc. Estos casos puntuales responden exclusivamente a especulaciones y malas intenciones por parte del emisor original, abusando de la credibilidad de los receptores, quienes inocentemente retransmiten los mismos sin constatar la veracidad del argumento que se expone; consecuentemente ocurren dos acciones desafortunadas; la primera, es la invasión ya que estamos ocupando un espacio en el sitio de nuestra persona relacionada y la segunda, es la demostración de nuestro exiguo pensamiento revelando algo que no nos consta.

Estas conductas no son sólo propiedad de la virtualidad, sino que este fenómeno se produce y con mucha más frecuencia en la realidad, vamos repitiendo como loros temas desconocidos y que muchas veces llevan un valor agregado que es nuestro propio juicio de valores. Como todo debate una palabra lleva a otra, hemos revisado un comportamiento muy curioso que tiene que ver con las elucubraciones como producto de la propia imaginación, cuyos resultados no siempre son gratos  y aquí la responsabilidad es la deficiente comunicación o la falta de información entre los vínculos. En pocas palabras, la buena comunicación estrecha los lazos, pero la mala provoca el efecto contrario.

(imagen: Quino)