Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

domingo, 31 de octubre de 2010

La función debe seguir.


Era una cálida tardecita de primavera y el punto de reunión fue un parque privado en la localidad de Pilar en la provincia de Buenos Aires. Liliana arrodillada al lado de la silla de ruedas Jorge, intentaba calmar el llanto de dolor, pero el dolor era mutuo como mutuo era el consuelo al darle el último adiós a Susana amiga íntima de toda la vida de Liliana y segunda esposa de Jorge.
Se instaló en la ciudad de Buenos Aires luego del divorcio de su primer esposa, tras el ofrecimiento de dirigir el área de neurología en el hospital escuela de Buenos Aires, en aquel entonces tenía cincuenta años y veinte años de ejercicio como neurólogo en el sur del país, exactamente en Calafate, ciudad de los glaciares….


Su calificación profesional fue excelente, logrando descollar en su nuevo rol, además de trabajar incansablemente en investigaciones en el campo neuroanatomía, labores que desarrollaba en conjunto con una destacada colega la dra. María Susana Graciano, especialista en ése área.
Dejaron horas de sus vidas en esas labores, Susana demostró ser una eminencia en neuroanatomía celular, hecho que a Jorge le despertaba una gran admiración difícil de ocultar, se complementaban mucho, sobre todo por su incursión en ingeniería genética y que esta tecnología supo atraparla.
Pasaban casi todo el día juntos, desde las horas dedicadas al hospital, hasta las que le dedicaban a las investigaciones, almorzaban y cenaban juntos, compartían muchos momentos, las mesas de los comedores o de las cafeterías se habían convertido en abiertos confesionarios. A estas alturas ella sabía que Jorge se había casado muy jovencito con Marisa, a quien nunca amó y con quien tuvo una sola hija. Su profesión lo mantenía fuera de su casa mucho tiempo, lo cual le permitía tener contacto con otras mujeres, hasta que conoció a Mónica, una calafateña especialista en ginecología, de quien se enamoró y fueron amantes por casi veinte años…..


Susana escuchaba sus relatos con cierto asombro, incluso llegó a confesarle que en aquellos años de grandes amoríos, valiéndose de los congresos médicos habituales, viajó a Grecia con una arquitecta amiga.
En cambio Susana era propietaria de una prolija vida, nunca estuvo casada, pues dedicó toda su vida a la profesión sin arrepentimientos, hubieron hombres que visitaron su cama, pero nunca se ató a ninguno de ellos, sus intereses pasaban por su profesión y conocer el mundo, por lo que consideraba que sus objetivos podrían truncarse con un hombre a su lado.
El grado de confianza entre ellos era de tal magnitud que con sólo mirarse ya sabían que pensaba cada uno, no obstante la relación había tomado un rumbo especial, pues así como compartían la mesa, también compartían la cama. Jorge la deseaba al punto de querer tenerla siempre con él, sin embargo Susana, si bien pasaba buenos momentos a su lado, reconocía su amor pero no le entusiasmaba la idea casarse. El trabajo de Jorge fue impecable, no tardó mucho más tiempo en convencerla….


Debido a sus responsabilidades, decidieron una luna de mil sencilla y dentro del país, eligieron recorrer todo el litoral, el verde les cautivaba, la provincia de Entre Ríos con sus palmares, el encanto de Corrientes y luego terminar en Misiones con sus maravillosas cataratas y su tierra colorada. Disfrutaron plenamente los bellos paisajes litoraleños, sólo le acompañaron las diferentes tonalidades del verde y el cantar de las aves!!


Emprendieron el regreso a casa y tal como lo hicieron en el viaje de ida, se turnaban para manejar y de acuerdo a lo convenido Susana llevaría el volante hasta la provincia de Corrientes, poco antes del cruce provincial, un camión que marchaba rumbo a Brasil, pierde el control y embiste al auto de frente…..


Cuando Jorge cobra consciencia, sin entender nada, se encuentra internado en un centro privado de rehabilitación, había sufrido lesiones en la columna vertebral provocándole inmovilidad en sus piernas. Mientras que Susana se encontraba en un estado desesperante, pues había sufrido fracturas múltiples en su cuerpo y la mas severa en el cráneo, los médicos agotaron todas las instancias pero su estado era irreversible. Al cabo de unos días Jorge fue dado de alta, pero ella aún seguía conectada, llena de cables, sólo se esperaba que su corazón dejara de latir…….


La vida de Jorge había cambiado radicalmente, su vida casi no tenía sentido, sus momentos de felicidad eran muy pocos, sólo cuando su hija venía desde Calafate a visitarlo con el propósito de hacerlo regresar o cuando compartía con Liliana tardes de té y de recuerdos, que a pesar de la muerte de su amiga, continuó visitándolo con frecuencia, ella vislumbraba el advenimiento de una posible depresión. El tiempo lo fue calmando y las grandes charlas con su amiga mitigaron tanto dolor suelto, sin embargo en una de esas tardecitas de té, lo encontró diferente, sus ojos estaban chispeantes, le llamó a atención y le preguntó que cosas lindas le habían sucedido, pues estaba diferente de verdad! Avergonzado le comenta que repentinamente se acordó de Mónica y eso lo hizo feliz, Liliana sabía perfectamente que había sido el gran amor de su vida y se lo dijo, a lo que él niega rotundamente por respeto a Susana, pero Liliana le hizo entender que ella quiso mucho a su amiga y la recuerda con respeto, pero la realidad es que ya no está más y si le hacía feliz pensar en otra persona, pues adelante que encantada le ayudaría a encontrarla……


viernes, 22 de octubre de 2010

Los amantes (parte II, decisiones)


…Muchos años pasaron desde aquel momento en que Mónica y Roberto comenzaron aquella historia, una historia de amantes condicionados, donde no había lugar a los reproches, a los formalismos, a las obligaciones ni a nada que pudiera desdibujar la vida que cada uno tenía separadamente, era como si tuvieran todo cuidadosamente estudiado, sus encuentros íntimos, sus almuerzos y cenas a solas o algún que otro evento social, nada se les escapaba …..

Era evidente que la vida los había premiado en todos sus aspectos, pero sentían que faltaban elementos para ser plenamente felices. En una oportunidad Roberto le confiesa a Mónica que esta situación no le alcanzaba y que su necesidad de acercarse más y compartir otros momentos era perentoria, Mónica no pudo evitar la transfiguración de su rostro, el desconcierto y la confusión se apoderaron de ella, pero al cabo de unos minutos de su silencio, le manifestó que no entendía cuál era su propósito pues las reglas del juego estuvieron siempre muy claras y consistían en darse eso y sólo eso y lo más importante no dañar a sus parejas de toda la vida.
Roberto le expuso claramente su idea con el fin de renovar las reglas, basándose en que el paso del tiempo se encargaría de ir esfumando poco a poco esos maravillosos e inolvidables encuentros y que de solo pensarlo lo aterrorizaba, pues no quería perderla porque ella era una joya invalorable.

Era sábado por la noche, la brisa primaveral envolvía y perfumaba los escenarios. En casa de Mónica estaba casi todo dispuesto, mientras ella le daba “su toque” a los detalles, sonó el timbre y ella misma les abre la puerta a Roberto y Cristina quienes venían cargados con postres y champagne. Se presentaron, luego pasaron al estar a charlar y a “ romper el hielo”, fue una prueba terrible en donde los rivales se enfrentaban sin saberlo. Cristina se ofreció a ayudar a Mónica con los detalles de la cena, pero no se lo permitió.

Mientras saboreaban la exquisita cena Mónica y Roberto, libres de miradas cómplices, les recordaban una vez más a sus respectivas parejas cómo y cuando se conocieron, trajeron a la mesa muchos recuerdos de la cámara de comercio, como también recordaron a algunos empresarios participantes. Cristina y Osvaldo estaban al tanto de esos episodios que evidentemente respondían a la verdad, tanto como cuando Roberto contrata los servicios de Mónica y consecuente crecimiento de una relación comercial cautiva.
Entre risas y charlas triviales pasaron por el postre, luego un exquisito café a la turca, especialidad de Mónica, para luego sellar la naciente amistad con el champagne francés que Roberto había traído al que acompañaron con unos deliciosos bombones suizos, debilidad de Mónica y que les había comprado especialmente para ellos.

Había llegado el lunes y como ya era costumbre se reunieron a la hora del almuerzo, ese ritual era una práctica permanente en ellos, salvo por el impedimento de compromisos comerciales puntuales de ambos. Charlaron sobre los sucesos del sábado anterior y coincidieron en que sus parejas se habían integrado muy bien y que absolutamente nada caía bajo sospecha, esta situación los hizo muy felices, pues Mónica había tomado conciencia que cuando se acabe el sexo les quedaría un bello recuerdo y una latente amistad en vigencia.

Meses mas tarde, luego de la cena, Mónica recibe una llamada de Cristina, aún estas situaciones la hacían tambalear, pues nunca sabría hasta donde llegaban las percepciones femeninas, pese al gran entrenamiento profesional que tenía para detectar hasta los pensamientos de sus adversarios. Pero en esta ocasión se equivocó el llamado respondía a una invitación muy especial, se casaba Gastón él único hijo de la pareja y desde luego habían sido incluidos en la lista de invitados, con lo cual combinaron para acercarles la tarjeta formal.

La amistad fue in crescendo, ambas familias sentían muy fuertes los lazos afectivos que cuidadosamente habían planeado y estaban felices por ello. Compartieron muchas circunstancias, tanto es así que cuando las hijas de Mónica se casaron, hubo una devolución de gentileza, del mismo modo que cuando en ambas familias llegaron los nietos estuvieron presente en los respectivos bautismos.
Sin embargo, a pesar que eran muy poquitos los días en el año en que no tenían contacto, no les alcanzaba al menos así se lo manifestó él, provocándole a ella una angustia muy grande, pues sabían que ya no quedaba instancia por agotar, salvo la convivencia y el pacto era no destruir ni dañar. Poco tiempo después, en uno de esos bellos mediodías compartidos, como si sus pensamientos se hubieran fundido en uno solo, mirándose a los ojos para mentirse descaradamente ella le confiesa tener una enfermedad genital de cuidado y largo tratamiento, más el no dudó en esgrimir cierto tipo de disfunciones, que obviamente los alejaría del sexo y tal vez toda esa amistad que construyeron se difumine…..


Nota: Seleccioné este tema porque solía escucharlo con un querido amigo de años, que ya no se encuentra entre nosotros y a quien le debo el descubrimiento de Rocío, una de las máximas voces de España. No dudo que la estará disfrutando en donde se encuentren. Con esta canción vaya mi homenaje a ambos!! Sibaris.

jueves, 21 de octubre de 2010

Los amantes.


Era la tarde noche de un día de invierno y Mónica estaba concentrada en la charla que les brindaba a los socios de la cámara de comercio, había sido formada con el concepto de hacer muy bien todo lo que emprendiera y era evidente que esos mandatos se le habían fijado muy bien, pues era tanta la pasión que ponía en lo que hacía, que casi nada le costaba vender sus productos, más aún tratándose de intangibles, como en este caso servicios empresarios, donde lo único que se podía apreciar era sólo unos folletines y sus contundentes argumentos. Una vez que había concluido, ovacionada por aplausos se alejó de la pizarra y se encaminó hacia su silla para darle lugar a otros disertantes.

La reunión había terminado y como tal como lo dictan las costumbres empresariales, cada uno de los concurrentes intercambiaron tarjetas personales.
Unos pasos mas atrás estaba Roberto, observándola con toda su atención, esperó a que todos terminaran y lentamente se acercó hacia ella con la mirada clavada en sus ojos, para dar paso al consabido ritual. Ya todos habían abandonado el edificio, sólo ellos quedaban en los pasillos a la espera del ascensor, mientras descendían en ese pequeño recinto, considerando la noche avanzada, se atrevió a invitarla a cenar, pero Mónica se disculpó gentilmente, pues otras obligaciones le esperaban.


Había transcurrido un mes y Roberto, como los demás pequeños y medianos empresarios concurrieron a la convocatoria mensual de la cámara, pero su sorpresa fue grande al notar que Mónica, en esta oportunidad, estaba ausente y esta situación no le permitió concentrarse en el eje de la misma, ya que había esperado un mes para poder verla...
Al día siguiente, impulsado por sus ansias, abre su tarjetero y busca su tarjeta personal, allí figuraban todos sus datos personales, nombres, dirección, teléfonos y correo electrónico comerciales, móvil personal, etc. Sin dudar marca directo al móvil y con la excusa de intercambios comerciales pactan una reunión, preferentemente fuera de sus ámbitos laborales. Eligieron un restaurante en la zona de Palermo, un almuerzo comercial, que luego la larga sobremesa diera paso a la charla personal e íntimamente profunda.


Mónica, tenía 45 años, casada con Osvaldo un año mayor que ella y exigente con él mismo y con todo lo que le rodeaba, tenían dos hijas de diecisiete y dieciocho años con ínfulas de mujeres emancipadas. En cambio Roberto, un hombre de 50 años, también casado con Cristina un año menor que él, excelente madre y ama de casa, tuvieron un solo hijo varón de veintitrés años, quien ayudaba a su padre en su pequeña industria y a su vez estaba cursando en la universidad. Debían retornar a sus labores, se prometen futuros encuentros, sellando la despedida con un suave pero emotivo beso en la mejilla.


Algo había sucedido en ellos, pues la comunicación comenzó a ser muy fluida y con carácter personal. Sus encuentros fueron mas frecuentes, durante o después de las labores, había algo implícito en esos encuentros, ambos lo sabían. Esa mañana planearon encontrarse por la tarde, el punto de reunión fue el Planetario en Palermo… Ambos llegan al mismo momento, cada uno en su automóvil, Mónica estaciona, desciende y sube al auto de Roberto, ella le besa rozando casi los labios, pero la respuesta de él terminó en un beso desbordado de pasión. Sin pensarlo se dirigieron a un hotel y allí a solas dejan fluir sus impensados instintos, parecía como que se conocieran de toda la vida. Se regalaron besos suaves, besos apasionados acompañados de incesantes caricias que recorrían sus cuerpos casi desnudos, fueron así quitándose lentamente la ropa, manos y bocas ansiosas por explorar cada parte del cuerpo del otro, estaban en una nube, disfrutando de un momento tan íntimamente bello que deseaban perpetuarlo, habían alcanzado el punto máximo de excitación ya no daban más, Mónica decide la penetración que desde lo suave a lo salvaje, enajenados, extasiados, delirantes y dichosos, explotan en un orgasmo que se debían desde hacía mucho tiempo…..


En muchas oportunidades se plantearon “qué sucedería ahora”, ambos sabían que estaban muy enamorados, que esta relación no era un juego de niños, sin embargo les asustaba el hecho de tener que romper reglas e historias. Estar juntos era una delicia y lo sabían, disfrutaban cada momento vivido, pero decidieron ser amantes, pues pensaban que ese estado sería óptimo y así lo cumplieron durante muchos años, quizá alguna vez decidan lo contrario…….




lunes, 18 de octubre de 2010

Vanidades.


Friedrich Nietzshe escribió: “La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo”.

Me puse a pensar sobre este particular y a observar algunos comportamientos, pero lo primero que se reflejó en mi memoria fue la historia de Narciso, víctima de su propia vanidad.


Y me pregunté cuántos narcisos deambulan por el mundo?, sinceramente noté muchos, observé muchas personas que necesitan la adulación con avidez y cuando no la obtienen, consecuentemente salen a gritar sus logros a los cuatro vientos, para recoger tan ansiados aplausos. Pero lo que me ha llamado la atención es que cuando ese objetivo no llega a su fin, el vanidoso termina adoptando una postura de victimización, pues el caso es permanecer en el candelero de algún modo. Indudablemente necesita saberse el mejor.


Esta condición enceguece y ensordece, pues me di cuenta que viven en una burbuja, en un mundo prefabricado en el cual la crítica no tiene lugar alguno, sin embargo saber aceptarla contribuiría al crecimiento personal o lo que es mejor aún, desarrollar la capacidad de análisis y de autocrítica, pero el vanidoso es incapaz de darse cuenta de ello, como tampoco puede ver los logros de sus pares y hasta molestarse por ello, sólo verá lo que quiere ver y oirá lo que quiere oír.


Siempre sostuve la idea que debemos trazarnos buenos objetivos a lo largo de la vida, tratar de cumplirlos de la mejor manera posible, pues nada es gratis y el trabajo, la tenacidad y la consecuencia deben ser nuestras satisfacciones, pero cuando por el camino, se nos cruzan los halagos que alimentan la vanidad, seremos proclives a perder el rumbo.

La oscuridad.


Había abordado el expreso de las 6.30 a.m.en el Departamento de La Banda de la provincia de Santiago del Estero rumbo a Buenos Aires, dejando en el camino su casa natal, sus padres, sus hermanas y un sinfín de recuerdos….

Mercedes con apenas dieciocho años era la mayor de las cuatro, sin embargo hacía mucho tiempo que tenía decidido su futuro, ya no deseaba hacerse cargo de sus hermanas, tampoco deseaba ir por la cosecha de algodón, tarea a la cual su padre le obligaba.


De pronto siente que el guarda del tren le toca el hombro y le advierte que habían entrado en la Estación Retiro, de la Capital Federal, ya era de día. Tomó su bolsón y descendió hacia la plataforma de salida rumbo hacia dónde?


Vagó por la Capital durante horas y horas en busca de un lugar muy económico en donde alojarse, sus escasos ahorros no le permitían otra cosa. En Monserrat, cerca de la intersección de la Av. Independencia y San José encuentra una pensión acorde, el dueño le mostró una piezucha deprimente con baño compartido al final de un patio, al mismo tiempo, para asegurarse la paga le cobró por adelantado y al notar que se trataba de “una recién llegada” supo inmediatamente que no dispondría de dinero ni de trabajo, pero éste señor muy hábilmente la conectó con amigos que le darían una oportunidad.


La naturaleza no había sido muy generosa con ella, pues era una jovencita alta, desgarbada, sus ojos eran pequeños, su descuidada piel ajada por el sol santiagueño lo disimulaba con el beneficio de su tez morocha, pero de todos modos el dueño del cabaret vio en ella cierto potencial. Evidentemente con maquillaje y otro tipo ropa se veía mucho mejor.
No era lo que Mercedes deseaba, pero no tenía alternativas, sabía que debía trabajar duro para alcanzar sus objetivos, se le retorcían las vísceras al tener que soportar hombres de todo tipo ávidos de sexo, sus noches se convirtieron en una tortura.


Había logrado entablar amistad con algunas de sus compañeras y muchas veces compartían salidas por las tardes antes de ir a trabajar. Una de esas tardes, una de ellas trajo a unos amigos, uno de ellos ya le había echado el ojo y al parecer ella le correspondió. Comenzó a noviar con Héctor, como era de esperar su familia no la aceptaba por su bajo nivel, que ella, pese a su condición disimulaba bastante bien. Héctor era el hijo menor, tenía una hermana tres años más que él, casada, gozaba de una buena posición económica, clase media acomodada. En cambio a él no le gustaba el trabajo ni siquiera se interesaba en los negocios de su padre, sólo vivía para la diversión.


Hablaron de matrimonio y Mercedes creía tocar el cielo con las manos, cumpliría su sueño de convertirse en una “señora” y el de tener una familia numerosa, y así lo hicieron. Al poco de nacer su tercer hijo, de seis que tuvieron, su suegro cae en banca rota y las deudas los desbordan. Ella, reflejada en el espejo de Alicia, su cuñada, una joven profesional, casada con un arquitecto, dueña de una importante belleza y simpatía pero a la vez simple, la admiración que sentía se fue transformando en un sentimiento macabro, ocasionándole trastornos físicos y hasta mentales, pues las discusiones con su marido se habían transformado en moneda corriente. Le costaba entender por qué le tocó vivir esto, ella quería vivir como Alicia, quería la vida de Alicia. Con el tiempo fue tomando parte de la personalidad de ella, no alcanzaba a darse cuenta del requerimiento de sus hijos ni de su marido, vivía en una ilusión, en una película que ella misma había delineado y cuando se encontraba con sus amistades les narraba episodios, pensamientos e ideas, vivencias y hasta los viajes de Alicia como si fueran propios.


Con casi cuarenta años de edad y una vida llena de frustraciones, porque nadie le ayudó a aceptar lo que la vida le había dado, se encuentra internada en un hospital neuropsiquiátrico de la ciudad….
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domingo, 17 de octubre de 2010

Ajedrez



Pleno mes de febrero, el calor azotaba la ciudad mientras Martina terminaba de atender en su consultorio, decididamente toma el teléfono y marca un número, un número que sin saber le quebraría y le arrancaría lágrimas…..
-Hola Richie soy Martina!!!
-Hola Martina, qué gusto escucharte!!! A qué debo el honor?
-Sabes Richie, sólo quería decirte que deseo y acepto aquella vieja invitación para ir al cine y luego a cenar……
-Lo siento Martina, pero acabo de tomar compromiso con Susana, mañana saldré con ella!!!!
-Richard, no puedo creerlo!!! Cómo ha sucedido? Nunca la has tolerado…., no comprendo!!!
-Mira Martina, las cosas de dieron de esa manera, otra vez será…..
Martina sintió que el mundo se le derrumbaba, hacía años que conocía a Richard y siempre supo que la amaba tanto como ella a él, pese a que ninguno de los dos fue capaz de confesar sus sentimientos. Qué demonios que le habría ocurrido para tomar semejante decisión? Esa noche le fue imposible conciliar el sueño, daba vueltas en la cama, con la mirada clavada en el techo una y mil veces se preguntó por que? Richard no soportaba a Susana, sabía que era fabuladora, que le fascinaba manipular a las personas, que mentía, que su vida estaba basada en una gran nube de humo y sin embargo……Sus ojos hinchados de tantas lágrimas derramadas pedían calma, decididamente se dijo así misma que debería tomar distancia y con ese pensamiento se durmió.
A la mañana siguiente llega a su consultorio temprano como siempre, comienza a revisar las historias clínicas de sus pacientes sin lograr concentración, sabía que era el día clave. Al poco de regresar a su casa, suena el timbre y acude a abrir la puerta, no esperaba a nadie, pero su sorpresa fue mayor cuando vió a Richard apoyado en su puerta con un ramo de rosas rojas en la mano.
-Hola preciosa!!! Son para vos!!!
-Gracias Richard, pasa a tomar café.
El café se transformó en cena y luego en sobremesa, Richard le confiesa las sensaciones ingratas de ese día fatal y su arrepentimiento, pero Martina se había prometido hacerse a un costado y sólo escucho. Luego de terminar el café Richard se despide con un beso rozándole apenas la boca……
Pese a que Richard y Martina se veían prácticamente a diario, cruzaban palabras y se saludaban amablemente, al cabo de un mes él se aparece repentinamente por su consultorio con el firme propósito de invitarla a cenar esa noche, se comprometió a pasarla a buscar por su casa. Disfrutaron de una exquisita velada, en la intimidad del restaurante la charla tomaba un color, tal vez esperado, él le confiesa abiertamente su gran amor. Terminan la velada con un café en casa de Martina, la situación no daba para más, comenzaron a besarse suavemente hasta alcanzar besos apasionadamente descarados, culminando con el más hermoso acto de amor que jamás habían tenido….
Susana no podía resignarse a perder a ese hombre, no podía aceptar que la haya tomado y la haya dejado sin más, no era justo!!! Quería una revancha. Pidió explicaciones a mas no poder, le persiguió por donde fuera, estaba completamente alienada y fuera de control, Richard ignoraba la mala pasada que le jugaría el destino, sin embargo le ocultó a Martina el tormento que estaba viviendo, porque no quería lastimarla y deseaba más que nada preservarla de toda esa locura… Pero fue Susana quien, con absurdos argumentos, deja entrever a Martina que su relación con Richard es apasionada y vigente……