Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

miércoles, 18 de abril de 2012

Pendejocracia.


"No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas".
Louis Pasteur.

Hace unos años atrás, me sorprendió escuchar que la adolescencia sufrió una prolongación  hasta los treinta años; ¿preocupante verdad?, sin embargo por lo que apreciamos hoy en día, esta condición no tiene caducidad, en pocas palabras el estado adolescente se ha perpetuado. Hago esta introducción, aunque no sea el eje central del tema, tiene mucho que ver con la formación, de la cual nosotros, los progenitores, somos los primeros responsables. Los padres nacemos sin saber, ni egresamos de ninguna escuela especializada en maternidad, hemos formado de acuerdo a lo que aprendimos en la vida, de acuerdo a nuestros deseos y a nuestras herencias.

La pendejocracia no es otra cosa más que el resultado de una formación facilista (aclaro que en nuestro país denominamos “pendejo” a los niños y adolescentes y algunos adultos que se comportan como tales) y creo que esto tiene mucho que ver con algunos niveles socio cultural, dándose este fenómeno, principalmente en la clase media baja. He visto y oído algunos de sus síntomas, tales como, padres festejando, en presencia de sus hijos, acciones que parecieran ser “inteligentes” y “adultas”, cuando en definitiva debiera considerarse “normal”, con lo cual  esta conducta paterna refleja una absoluta paridad, alimentando el pensamiento que sus padres son “amigos, compinches o compañeros”, (la confusión de roles es casi frecuente).

Si recorremos otras escenas, advertiremos algunas conductas, tales como padres que  resuelven o toman decisiones sobre situaciones que debieran resolver o ejecutar sus hijos, tales como las tareas escolares, estudiar, hacer frente a otras personas, inmiscuirse en discusiones o peleas con sus pares (amigos) al punto tal, de tomar las riendas en defensa del cachorro. Por lo que he visto muy de cerca, de estos comportamientos surge un resultado no muy feliz, sin dudar que en ello colocaron todo “su amor” pero el efecto lamentablemente es en contrario, pues limita el desarrollo de la capacidad de creación, los mecanismos de autodefensa, la capacidad de vincularse con la sociedad y lo que es más importante, la confianza en ellos mismos.

No existe padre en el mundo que no ame a sus hijos, creo que no debemos confundir “amor” con “embeleso”, nuestro deber es educarlos, formarlos, prepararlos para una vida sana, libre, feliz; sin embargo estamos formando personas social e intelectualmente inmaduras y con cierto “poder” sobre nosotros … 



6 comentarios:

  1. Hola Sibaris,casualmente el fín de semana pasado hablamos el tema en casa de unos primos, sus hijas de 22 y 24 años respectivamente les plantearon que como son adolecentes deben seguir siendo "mantenidas" por papá y mamá. No les gustó para nada mi opinión al decirles que se dejaran de joder que ya eran mujeres hechas y derechas y lo mínimo que tendrían que hacer es trabajar para sus gastos. No lo entendieron, tampoco mis primos diciendo que ya tendrían tiempo para hacerlo. Es indudable que los "adolecentes" de hoy día son muy piolas, ya que cuando yo tenía 18 años ya hacía un par largo de años que dejaba los dinerillos ganados en mi trabajo en casa sin chistar. A mi humilde entender pasa por los límites que los padres no ponen a sus hijos, poca comunicación o "compañerismo cómplice" creyendo que así son papás más modernos. Los padres también deben ponerse límites y ocupar el lugar de educarlos y enseñarles un poco más lo que son sus obligaciones y que la vida no es solo joda.

    Será Justicia. (jaja) Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola roberto,
      Es un tema muy complicado y con muchas aristas, el asunto es que nosotros, los padres que somos los principales formadores, debemos tener claro què es lo que queremos para nuestros hijos y no me refiero a una X posiciòn econòmica o a tìtulos acadèmicos, etc., sino a la forma de vida en general y su mirada frente al mundo. Debemos formar seres independientes, capaces de afrontar X situaciones, etc. Roberto, es un deber irnos de este mundo totalmente tranquilos...

      Borrar
  2. A veces pienso que soy la única que cumple años y madura porqwue todos se han quedado en la adolescencia.
    Es todo un tema
    Mi retoño es formalmente independiente desde hace una década pero dependiente siempre de algo de ayuda que yo brindo sin quejarme, incluso la ofrezco
    Que se yo, hacemos lo que podemos
    Esa canción de Diego Torres es un himno a la vida, me encanta
    Besos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Ana,
      Es evidente que la adolescencia tiene magnetismo, pero las etapas posteriores tienen su encanto y sus satisfacciones.
      Lo importante es que estèn preparados para vivir la vida de la mejor manera posible. La realidad es que mientras estemos vivos siempre algo necesitaràn, pero eso es otro tema, ahora no me digas que no es maravilloso que, aùn adultos, piensen en sus padres....
      Desde luego que hacimos lo mejor que pudimos.
      Un abrazo.

      P.D.: Dieguito el mejor!!!!

      Borrar
  3. Uy, que difícil se me hace opinar sobre esto. Tal vez porque mi adolescencia pasó entre familias anacrónicas que representaban el extremo opuesto de lo que describís.Me criaron exigiéndome obediencia completa y silencio, combinando todo eso con el juego de la culpa según el cual yo era culpable de sus problemas de salud, de que los vecinos no los querían y si pintaba, del mal tiempo.Aprendí a odiarlos sin dificultad, pero aún soy tímida y temerosa de todo.
    De mi padre en cambio tengo una imagen contradictoria: es al mismo tiempo el tipo que temía cuando niña (aunque lo prefería a mi madre, muy sobreprotectora, pero que se fue pronto) y el de ahora, que quiere ser amigo mío...
    Sospecho que es una de las pocas ocasiones en que la verdad está en el justo medio. La madurez es un camino de responsabilidades de complejidad creciente, y para recorrerlo hace falta el apoyo, la confianza y la comprensión de los padres, y también un progresivo ir soltando...ni de golpe para que te estrelles contra el suelo, ni sostenerte para siempre, hasta el punto que ya no es sostén sino atadura.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Seguramente el punto medio sea lo mejor, ni con facilismo ni con autoritarismo se obtienen buenos resultados, no es fàcil en la pràctica. Precisamente estoy reflexionando sobre padres autoritarios y fundamentalmente sobre madres dominantes aunque creo que los tratarè por separado.
      Iris, toda mi vida escuchè a mi padre decir "lo màs importante es darse cuenta" ¡y cuànta razòn tenìa!, pues al darte cuenta puedes entender a tu entorno y revertir lo que crees que no te va bien, incluso el darte cuenta te permite mirarte hacia adentro y modificar todos los aspectos que no te agraden.
      Un abrazo enorme y gracias por tus visitas.

      Borrar