Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

lunes, 9 de abril de 2012

S.O.S.

Mahatma Gandhi nos dejó un riquísimo  legado, que cuenta con una serie de pensamientos orientados a la no violencia, sinceramente los transcribiría uno por uno de ellos, ya que son una verdadera invitación al pensamiento profundo, pero me tomé la libertad de copiar sólo dos:

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.

“Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”.

 Hemos reflexionado mucho acerca de la gran crisis emocional y de valores por la que estamos atravesando, por lo que debemos considerar perentorio una profunda y clara revisión y consecuentemente su urgente reversión. En estos últimos días he visto y leído hechos atroces, cometidos por personas “comunes”, como cualquiera de nosotros y ellos fueron padres que matan a sus hijos, hombres que incendian brutalmente a sus parejas, escolares que balean a sangre fría a sus pares, hombres que matan a golpe de patadas a sus mujeres, mujeres arrojadas al vacío, animales salvajes que se escapan de casas de familia, en la ciudad, tales como felinos o reptiles de gran tamaño  y sin olvidarme de los suicidas, me pregunto una y mil veces ¿qué nos está sucediendo?, ¿o tal vez sea un nuevo estilo de vida y no nos damos cuenta? Evidentemente tendremos que comenzar de nuevo y aprender a vivir…

No cabe la menor duda que estamos muy contaminados y que le hemos abierto las puertas en par a la violencia y si no tomamos la decisión de darle un portazo en la cara, la vida ya no tendrá sentido alguno. Las conductas individuales tienen que ver con nosotros mismos y atribuirle responsabilidades a factores externos sería una actitud muy necia, aunque en ciertos casos esos factores bien podrían exacerbar, lo que podríamos llamar “esa conducta enfermiza” y conducirnos a los estados que estamos planteando.

Todos sin excepción somos defectuosos y nuestro deber es mejorar individualmente y consecuentemente trasladar los resultados al plano social; pero ocurre que si no comenzamos a conocernos, a descubrirnos, a aceptarnos a nosotros mismos y a vencer todos los miedos (condición netamente adquirida), será muy difícil pensar en una mejora.

La aceleración con que se nos plantea la vida es inmensa y hasta imposible de internalizar, porque nos estamos dejando llevar y es allí donde nos equivocamos, pues el ritmo debemos establecerlo nosotros, de acuerdo a nuestras necesidades y a nuestras limitaciones; también cometemos errores al intentar cambiar la naturaleza de nuestros semejantes, en lugar de respetarla y aceptarla. Somos nosotros quienes debemos adaptarnos a las circunstancias y no a la inversa, si en definitiva la felicidad es una condición innata a la que estamos desaprovechando…, todo lo demás es adquirido.






4 comentarios:

  1. Hola Sibaris, debemos proponernos un cambio a partir de la educación de nuestros hijos, ya que nosotros los "adultos" estamos viciados de consumo, corridas y dicusiones muchas veces vanas.
    Esperemos un gran cambio en la conducta humana, sino es el comienzo de nuestra extinción.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Asì es roberto, el cambio es perentorio, estamos mal y es una pena enorme, pues la vida es hermosa y lamentablemente no nos damos cuenta.

      Borrar
  2. Hay demasiado horror en este mundo
    Creo que no todo está en mis manos, pero si debo aportar mi granito de arena y sumandonos podemos lograr algún cambio
    Besos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Ana,
      Asì es, cada uno desde nuestro lugar estamos aportando algo, roberto con sus bellos poemas, tù desde tus publicaciones que son una nutriente para el espìritu y enriquecedoras desde lo cultural, en fin, entre todos podremos sumar...
      Un beso.

      Borrar