Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

sábado, 9 de julio de 2011

Luz prestada.

 François de la Rochefoucauld dijo: Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.

Me detuve en este pensamiento de Rochefoucauld e inmediatamente me vino a la memoria escenas que lo grafican sin el menor error conceptual. Acto seguido pensé en el origen y la motivación de estas actitudes, está claro que el escritor habla de una condición que si profundizamos en ella veremos cómo se articulan inconscientemente algunos  condimentos emocionales, resentimiento, insatisfacción y pobreza. El hombre, enmarcado en un determinado ámbito, nos muestra una amplia escala comprendida entre la inferioridad y la superioridad, podemos decir que de la media hacia arriba encontraremos al talentoso, al destacado, al creador, al genio, etc., si miramos hacia abajo veremos al hombre conformista, despersonalizado, carente de inquietudes, limitado, etc., sin embargo este último rango aparenta ser más extenso que el primero, al menos es lo que advertí en mi recorrido.

En más de una oportunidad habremos escuchado al hombre inferior propinar al superior críticas mal intencionadas, descarada e impensadamente , sin darse cuenta en el plano en el que está situado, sintiéndose dueño absoluto y totalmente convencido de sus argumentos. Esto sucede a diario, en todos los aspectos de la vida, sin embargo esta conducta la podemos ver claramente en la esfera política, donde el mediocre ocupa su tiempo en buscar incansablemente  defectos y errores de sus adversarios, como si ello fuera suficiente para lograr la posición deseada, pero no merecida.

Otro signo notable que también podemos apreciar a diario es el ladrón de ideas, proyectos o pensamientos. En más de una ocasión nos habremos sorprendido cuando escuchamos al hombre inferior tomar ideas  o pensamientos ajenos como si fueran propios, aún cuando los interlocutores conozcan el origen de ellos, pero el inferior sigue adelante con su misión descalificando al creador, con la convicción que son de su autoría.

Estas son algunas de las señales que indican la presencia de una gran pobreza espiritual e intelectual, potenciada por la comodidad cuyo alcance no permite esfuerzos para abrirse al conocimiento ni siquiera al pensamiento.









4 comentarios:

  1. Roché no tubo signaturas suficientes como pàra condenar algún pensamiento que destrone algo mas allá que su pobre existencia.Yo incluído.
    La insignificancia bionte hay que bancársela.
    Como la calor con saco.

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  2. Así es Moscón, sin embargo me sirvió como referente para observar estas conductas en "el hombre" (raza humana)en su naturaleza, lejos de las clases sociales.
    Un abrazo y muchas gracias por venir y opinar!!!

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  3. excelente tu comentario en mi blog ¡gracias!!

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