Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

lunes, 4 de julio de 2011

La confiabilidad, una virtud de pocos?

Simón Bolívar dijo: “La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan”.

Días pasados, acomodando algunos papeles, encontré unos apuntes viejos en los que tenía anotados muchos pensamientos de celebridades y por esa costumbre que tenemos los humanos de evocar o recrear, no dudé en leerlos; entre los escritos me quedó flotando en la cabeza la frase de la cita de Simón Bolívar, muy amplia por cierto y sobre ello me quedé pensando.

Confiar o no confiar?, he ahí el dilema…!

En líneas generales, todos somos confiables hasta que demostramos lo contrario. Los motivos que nos llevan  a la pérdida de la confianza son innumerables, pero no todos concientizan esos motivos, emprendiendo un camino hacia la desconfianza, muchas veces, sin retorno.  En la vida podremos recuperar muchas cosas, excepto la confianza….

Uno de los peores síntomas es “la promesa incumplida”. Desde muy jovencita vivo pregonando “nunca me prometas lo que no  puedes  o no quieres cumplir”. La promesa genera muchas expectativas, más aún de las que la persona emisora cree, pero la promesa incumplida provoca a quien la recepciona, una tremenda desilusión de la cual difícilmente se recupere. Esta situación se dá en todos los aspectos de la vida, desde lo familiar, hasta en el plano político siendo éste recurso un “caballito de batalla”. No importa el fin de la promesa, lo que reviste importancia es que a partir del incumplimiento dejamos de ser confiables, por esa razón debemos “saber” callar, es mucho mas saludable. Las promesas de “fidelidad” o el “empeño de la palabra”, cuando no se cumplen, el destrozo que provocan estas faltas son básicamente irreparables, evidentemente la persona emisora se gana la desconfianza y hasta el desprecio del entorno.

Otro signo delator es la indiscreción, es de pocos la condición contraria, somos confiables cuando tenemos claro el manejo de la información o los “secretos” que se nos confía. Cuántas veces nos habrá sucedido que revelamos el más profundo de nuestros secretos a “nuestra persona de confianza” y al poco nos encontramos con que es “vox populi”, al mismo tiempo es digna de desconfianza aquella persona que nos dice: “Te voy a contar un secreto, pero por favor que no se entere fulano o mengano, sin embargo lo que ignora quien emite esa consigna, es lo que contiene el mensaje, la lectura subliminal es: “ve y cuéntaselo” .  Esto también ocurre en los medios de comunicación cuando interfieren en la vida privada de ciertas personalidades y sacan a la luz intimidades que nadie les contó; en muchos casos también recurren al “invento”  ,otro signo fatal de desconfianza.

Creo que todo esto tiene que ver con una gran pobreza espiritual y una gran falta de amor propio, estamos hablando de personas que quizá nunca comprendan la importancia de ser noble, la importancia de empatizar con sus semejantes, pero fundamentalmente, la importancia de respetarse a si mismas.

2 comentarios:

  1. ¡Hola querida amiga! como siempre poniendo el dedo en la herida y cada vez escribes más lindo.
    La confianza siempre tiene que existir, es cierto que los humanos poseemos todo lo bueno y todo lo malo pero si no confiamos, por libre, en solitario, no llegamos a ninguna parte. Todos, en algún momento, nos sentimos defraudados y es dificil reestablecer el vínculo de la confianza porque al igual que un jarrón que se rompe por mucho que lo pegues siempre quedaran las cicatrices.
    Las personas somos muy complicadas esperamos comprensión,confiabilidad, pero puede ocurrir que la otra persona no quiera establecer una relación tan estrecha. Mantener la balanza equilibrada no es fácil, por exceso o por defecto la confianza como cualquier otro sentimiento se puede romper; pero sabes, nos queda la comunicación, puede ayudar a aclarar opiniones de las partes en conflicto.
    Un abrazo grande desde el otro lado del charco.

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  2. Hola amiga, qué gusto volver a saber de ti!!!
    Es así Alondra, en realidad y tal como lo cita Bolívar "la confianza ha de darnos paz"...., en general, excepto aquellos que tienen manos sucias o quienes se persiguen por cualquier motivo, nuestra primera intención es confiar, hasta que..., pero como todo comportamiento tiene su escala de gravedad, habrá situaciones cuyas cicatrices podrán atenuare notablemente.
    Opino como tu, es muy difícil lograr el equilibrio!!!

    Un abrazo muy pero muy fuerte!!!!

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