Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

jueves, 19 de mayo de 2011

Alegría sexual.

En primer lugar agradezco a Alondra por esta distinción, que evidentemente, no merezco, a quien comprendo porque siempre me mirará con los ojos del corazón! Nadie mejor que ustedes saben la paciencia que me ha tenido cuando volábamos juntas o ahora mismo en vuelos paralelos.... Gracias amiga!!
Al parecer este premio tiene dos consignas, la primera es compartirla con quienes deseemos, pues acá mismo la comparto todos mis amigos sin excepción y la segunda es que debo contar "una alegría sexual".....


Si tuviera que contarles "una alegría sexual" no sabría por dónde comenzar, sinceramente son incontables, no porque no puedan narrarse, sino porque cada encuentro sexual que he tenido ha sido una alegría diferente y a lo largo de mi vida fueron muchos!!
Desde la primer mirada mutua previa y latente de deseos, pasando por las suaves caricias provocadoras de las mas finas sensaciones capaces de arrancar un orgasmo allí mismo; siempre fueron los cinco sentidos intervinientes y sin restricciones, tal vez soltados de maneras diferentes, los que nos condujeran a diversas o múltiples prácticas e incluyendo variados escenarios. Pero hay un detalle que juega un rol muy importante en este universo, además de ser uno de los responsables de las grandes alegrías, es el conocimiento de nuestros gustos y preferencias.


domingo, 8 de mayo de 2011

Pasión egipcia (Parte II) El enojo de Ra.

Ignoraba si afuera hacía calor o frío, si era de noche o de día, la confusión y el terror comenzó a apoderarse de Fior nuevamente. Se levantó de un incómodo camastro, donde  aparentemente se había quedado dormida o tal vez la hubieran dormido.  Miró a su alrededor  y sólo pudo ver cuatro grises y frías paredes con una puerta de hierro y una mirilla con rejas, el olor a suciedad vieja y a humedad le revolvieron las vísceras. Presa del pánico, pero con mucho sigilo se acercó a la puerta que evidentemente estaba cerrada por fuera, inútilmente trató abrirla , forcejeó una docena de veces, la desesperación crecía en cada intento, entonces comenzó a invadirla una tremenda sensación de desprotección, corriendo por su cuerpo una oleada de calor que terminó por anudarle la garganta, con su  voz quebrada en un fluído inglés gritó reclamando que la quitaran de allí. Nadie acudió en su ayuda, gritó por más de una hora sin lograr que nadie la escuchara , entregada y con un llanto sin consuelo se sentó en el sucio camastro, cayó en la cuenta que tampoco tenía ninguna de sus pertenencias, ni su equipaje ni su mochila estaban allí, hasta su móvil inteligente le había desaparecido, a quien llamar?, a quien acudir en ayuda?

Por qué estaba allí, qué demonios había hecho para acabar  como una rata en una prisión egipcia?, le preguntaba a Dios a cada momento y se lo preguntaba a sí misma. Hasta dónde Amir tendría que ver con esto? Quería tranquilizarse pero no podía, la hinchazón de sus ojos provocada por tanto llanto, era tan grande que parecía como si le hubieran asestado sendas trompadas. Nuevamente  se levantó de esa pringosa cama y comenzó gritar en todos los idiomas que conocía, reclamaba sus derechos, justicia, pidió contactase con la embajada, cómo podrían escucharla a través de esas gruesas paredes! Nuevamente retrocedió e intentó una vez más llamarse a la calma para poder pensar con claridad y encontrar una explicación a la situación que estaba viviendo, por momentos pensó que estaría dormida y que esto no sería otra cosa más que una terrible pesadilla; pero de pronto escuchó el ruido de la cerradura, alguien estaba abriendo la puerta, un policía de la guardia entró al mugriento cuarto y empujándola hacia  la cama le ordenó callarse, con pésimos modales le dijo que había mucho  trabajo, los hijos Mubarak  habían sido detenidos y llevados allí, como era de sospechar, la atención estaba centrada en ellos, esa prisión no podía alojar presos políticos, no contaba con la infraestructura suficiente por lo que seguramente serían trasladados a un lugar mas decente, el guardia con una sonrisa maligna, le murmuró  que ya se “ocuparían” de ella y se retiró golpeando muy fuerte la puerta .

Una vez más se propuso recuperar la calma, puso su mente en blanco e intentó recomponer las escenas desde que arribó al aeropuerto internacional de El Cairo. Luego de salir de la aeronave caminó por la manga que la condujo hasta migraciones, recordó que el empleado dejó de atenderla para hacer un llamado telefónico, sólo le pareció un signo de mala educación, sin embargo, cuando  se dirigió  a retirar su equipaje fue abordada por cuatro efectivos policiales, confundida los miró y en su inglés les dijo que tenía su pasaporte en orden y sus reservaciones en el hotel El Gezirah. Sin prestar oídos a lo que Fior argumentaba, la arrastraron hasta una camioneta policial que esperaba  fuera del aeropuerto cuyo destino sería Abu Zabal, una cárcel situada al noroeste de El Cairo, pero en camino, pudo escuchar que los policías recibieron un orden contraria y deberían trasladarla a la cárcel de Torah, situada en el punto opuesto, en el sur de El Cairo. Frente a su impotencia les gritó  reclamando que la dejaran en libertad,  había un error,  estaban cometiendo un delito, privándola de su libertad, sólo escucho que uno de los efectivos le dijo que la habían apresado porque la información que tenía el gobierno coincidía con su identidad, una delincuente sudamericana de muy alta peligrosidad vinculada con el terrorismo y acto seguido le asestó una terrible bofetada que le causara un desmayo.

Era evidente que Amir tenía que ver con todo esto,  “Amir, mi amor no te alcanzó con mi vida…, no lo puedo creer, no lo puedo creer…..Cómo pudiste olvidar tanto amor, tantas vivencias maravillosas, por qué tanto odio?....,nuestras vidas,....nuestros hijos...Ay amor!!!!”   Cuánto le había ayudado a abrir su estudio de danzas en Buenos Aires!!!, Habían pasado casi siete años desde que Amir llegó a Argentina, fueron años muy felices sólo se casaron por civil dejando ambos de lado sus costumbres religiosas, que nada tenían que ver con sus sentimientos. Trabajaron muchísimo en el campo de la danza, a Amir no le costó ganarse un espacio de privilegio  en el ambiente, pues era muy conocido y reconocido como uno de los mejores entrenadores de la bellydance, su ballet fue el eje de muchos escenarios internacionales, dentro de la danza árabe y el folklore egipcio .  Con la llegada de Nadir su primer hijo varón, Fior, en su afán de consagrar parte de su tiempo a su familia, decidió  retirarse parcialmente de la danza, sólo colaboraba en los montajes, pero ya no quería entrenar, quería disfrutar lo que la vida le había regalado. Amir, en ese aspecto, había sido complaciente con ella y estaba muy feliz con su hijo, pero la felicidad se completaría dos años más tarde con la llegada de Amina.

Fior ex Farida, era inigualable en la danza,  la más destacada en su tierra, también paseó su arte por muchos escenarios del mundo, los críticos la consideraban una virtuosa en Raks al shark, pero sus obligaciones de esposa y madre la llevaron a tomar la decisión de abandonar totalmente la actividad para dedicarse a tiempo completo a su familia, hecho que Amir había aprobado y tal vez sugerido. Dedicó su tiempo en enseñarles muchas cosas, Nadir había dejado de ser bebé y Amina ya caminaba y también comenzaba a dar sus primeros pasitos de baile, motivada por su mamá, pues interiormente deseaba que fuera su continuadora. Era casi una tradición para toda la familia asistir al teatro, para deleitarse con cada una de las presentaciones que preparaba  el gran bailarín. Habían regresado  del estreno  de la obra “El secreto del  Faraón”, los niños ya estaban dormidos y ellos recién se acostaban, las presentaciones fatigan mucho, pero Fior, daba vueltas en la cama, no podía conciliar el sueño, quería despejar una duda respecto a la alta rotación que tenía con sus primeras bailarinas, él dijo que algunas se adaptaban mejor que otras a las interpretaciones y la invitó a dormir sin darle una respuesta convincente.

Las técnicas de la bailarina Farrah no la convencían para nada, ese asunto tenía que discutirlo urgente con su marido, no podía dejar pasar más tiempo, el éxito de una obra depende de la buena destreza de los bailarines y  una primera bailarina debe tener la ductilidad de un acróbata, transmitir lo que está sintiendo, el cuerpo debe expresarse claramente y sin rigidez. Mientras sus hijos se encontraban en la escuela, Fior  se dirigió  hacia el estudio de Amir, quería resolver ese tema lo antes posible, quería otra primera bailarina para el próximo estreno  y si su marido lo consideraba necesario, estaba dispuesta a ayudarlo en el perfeccionamiento para los roles centrales, dentro de ese horario. Llegó al estudio, y a paso acelerado cruzó todo el salón de ensayo directamente hacia la oficina de su marido, al abrir la puerta se encontró  con Amir y  Farrah desnudos sobre un sillón, enajenados, inmersos en una pasión descontrolada, sintió que el mundo se le derrumbaba en un segundo,  ya no quiso ver más nada, de hecho no podía ver,  toda esa escena era como si se hubiera teñido de negro.  Corrió hasta  la calle muy  confundida, adónde iría ahora, no quería preocupar con esto a su madre, decididamente partió hacia la casa de la tía Liz.

Fior no cesaba de llorar, la tremenda congoja de su sobrina destrozaba el corazón a Liz, sin embargo, luego de muchas horas  intentando calmarla, reflexionaron mucho sobre lo que este triste episodio significaría para ella, pero que indudablemente formaba parte del juego por una simple razón cultural y que en sus fueros internos  seguramente sabría que alguna vez sucedería .  Ella lo entendía, pero era evidente que no pudo soportarlo por la misma razón y consideraba injusto haber tenido que pasar por esa experiencia, aún cuando Amir sabía de su sensibilidad. De pronto el diálogo fue  interrumpido por el teléfono de Fior, era su madre, quien sin entender nada le dijo que Amir se apersonó en su casa dejándole sólo a Amina y sin ningún tipo de explicaciones se marchó. En el auto de Liz partieron hasta la casa de su madre, más confundida aún, mientras que en la cabeza de su tía daba vueltas el pensamiento que se avecinaban vientos de tormenta. Recogieron a Amina y partieron hacia su casa, nadie estaba allí ni Amir ni Nadir, ni siquiera sus ropas, a esas alturas el terror las estaba devorando. Fior conocía  muy bien a Amir y sabía mucho acerca de sus reacciones, le dijo a su tía que creía que se había llevado a su hijo y  estarían camino a El Cairo. Fior tenía toda su documentación en  orden y no dudó un segundo en ir en búsqueda de su hijo secuestrado por su padre.

Volvió a la realidad, cuando el guardia le trajo la comida, en un deteriorado plato de lata algo que olía horrible, parecía una montaña de porotos negros pegoteados, ni los animales tendrían paladar para deglutir eso que a la vista se veía asqueroso, prefería morir de hambre antes de comerlo, sin embargo quería ingerir algo, tenía miedo de debilitarse y no tener las fuerzas suficientes para emprender, lo que a partir de ese momento sería  su lucha,  comenzó a buscar en su campera, algún dulce o alguna barrita de cereal, aunque no tenía apetito,  al tanteo tocó algo duro, se sorprendió al  ver que era su otro móvil , sólo le habían secuestrado el “inteligente”, no se habían percatado que tenía otro común. Sintió que recuperaba el alma y comenzó a escribir un mensaje de texto: “tía, ni bien salí de migraciones me detuvieron y me llevaron a la cárcel de el Torah, esto queda en la zona sur de El Cairo, no sé qué harán conmigo, no respondas este mensaje, sólo ayúdame a salir de acá, quiero recuperar a mi hijo, de lo contrario me iré muriendo en vida lentamente”. Sin dudar, Liz acudió a sus contactos políticos, con la intención de viajar inmediatamente a El Cairo y acceder a la embajada argentina en Egipto. Provista de todas las recomendaciones y contactos posibles, partió hacia la tierra de los faraones a rescatarla.

 Pese a todos los conflictos políticos que se vivieron, la resistencia  de Mubarak en dejar el poder había convulsionado al pueblo egipcio, se vieron furiosas oleadas de manifestantes por las calles y la posterior caída del “rais” convocó a los manifestantes a celebrar ese episodio, entregando el poder a las Fuerzas Armadas hasta las próximas elecciones. El secretario del embajador  recibió a Liz en su despacho, quien muy cordialmente le explicó que su sobrina estaba fuera de peligro, que se encontraba bajo la protección diplomática y que le estarían entregando el salvoconducto, para que pueda retornar a su país sin problemas.
Ambas regresaron sin haber podido cumplir con el objetivo, sólo resta ampararse en las leyes, en el Derecho Internacional y actuar en consecuencia.