Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre
debe hacer y como norma para su conducta. Sócrates.
Esta mañana, mientras me dirigía a mis
labores, escuché en la radio una nota en la que el periodista citó una serie de
pensamientos de Marcelo Bielsa, ex futbolista y Director Técnico nacional e
internacional, los cuales comparto porque tienen que ver con los valores, las actitudes y los sentimientos como filosofía de vida, que demás está decir es la
esencia de estos demonios, motivándome a revisar la página de la emisora y
encontrarlos para transcribirlos.
Estos pensamientos datan del año 2002, a raíz
del fracaso de la selección argentina en la copa del mundo de ese mismo año,
sin embargo, el entrenador, frente a una experiencia negativa, rescata lo
positivo, aprende, ejerce la autocrítica, estimula su espíritu de crecimiento
sin detenerse ni desvalorizarse por una mala experiencia, que no deja de ser un
episodio más formando parte de la trayectoria de la propia vida. Sibaris.
"Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver
con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen
que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor,
nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo
contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos
vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo
porque quiero ganar cuanto compito, si no distinguiera qué es lo realmente
formativo y qué es secundario, me estaría equivocando."
"Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir
éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que
respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro, yo aprendí por el
deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de
la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo
trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con que yo después
traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas,
pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las
cuáles quiere vivir."
"Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son
valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan
significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el
espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio
el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia
el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen
esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan
famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del
contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando
disfruté del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo, yo
tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el
baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que
le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado. Para explicar un
poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco
minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación
de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas
cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad
indescriptible."
"Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que
popular, que mucho más importante es el recorrido con el que uno llega a un
lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda, que los hechos son mucho
más significativos que las palabras, que demostrar es mucho más importante que
hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte
noble y evitar que ingrese la información que estimula nuestros bajos
instintos."
"Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son
de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una
gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son
valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la
injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando
perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del
éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber
ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces
tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es
impostora."
"No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando
ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia
uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay
una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste,
sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante
es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo
importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda
del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es
tal."
Marcelo Bielsa.
Fuente: No somos nadie. 95.1