Los humanos somos indiscutiblemente impredecibles, en consecuencia nuestras actitudes se manifiestan de igual modo. La herencia, el entorno y nuestra propia esencia son los elementos fundamentales que moldean nuestras conductas....

En cada cuento o escrito se encuentran enmarcados un comportamiento diferente, una naturaleza diferente, un demonio diferente....

jueves, 20 de enero de 2011

SubrepticiaMente.

Marcelino llevaba una vida austera, por las mañanas concurría a los Tribunales de la Capital Federal, luego se dirigía al estudio jurídico al que estaba asociado con otros abogados y por la tarde bien avanzada regresaba a su antigua casona de Villa del Parque que había heredado de sus abuelos maternos. Contaba con la ayuda de Emilio, un viejo menos gruñón que él, que se desempeñaba como chofer desde que Marcelino sufriera un accidente cerebro vascular provocándole una hemiplejia importante, de la cual se recuperaría muy lentamente, mediante sesiones de kinesioterapia personalizada.

Su refugio nocturno era el estudio que tenía montado en su casa, allí se concentraba en algunos casos y en su pc, hasta que Beatriz, lo llamara para la cena y luego de ese paréntesis, regresaba a su estudio para continuar con sus asuntos.
Vivía solo, nunca pensó en casarse, aunque mujeres jamás le faltaron hasta poco antes de su desgracia, tenía un solo amigo de la infancia a quien veía una o dos veces al año, tal vez su introversión se debiera a la crianza de sus abuelos, su madre debió dedicarse al trabajo para sostener la familia, lo había tenido siendo soltera fruto de una relación abusiva y desentendida. Ya casi hombre descubre que su madre vendía su cuerpo para mantener la familia y costear sus estudios….

Como todas las mañanas, Beatriz se encargaba de prepararle el desayuno y dejárselo servido en la mesa del comedor junto con el diario de la mañana, al que hojeaba atentamente mientras sorbía su taza de café. Tenía por costumbre pasar primero por el servicio meteorológico, echaba un ligero vistazo al panorama financiero y por último le dedicaba un poco mas de tiempo a la sección “policiales”. Recorre los titulares y se detiene en uno que llamó su atención “mujer brutalmente asesinada en microcentro”.
Según rezaba la noticia, la víctima era una mujer joven de alrededor de veinticinco años, la policía alertada por el encargado del edificio y con la ayuda del mismo entraron al departamento de la muchacha.
Bañada en un inmenso charco de sangre encontraron a la joven tendida en su cama, con las manos atadas en el respaldo, los ojos vendados y brutalmente degollada. El jefe de la Brigada de Investigaciones inmediatamente se ocupó de echar un vistazo al departamento, luego de los comentarios que le hiciera el encargado del edificio, supo inmediatamente que la víctima ejercía la prostitución, lo confirmó unos billetes de cien pesos que se encontraron entre las sábanas.

Sin dudar asoció este caso con otros dos de casi idénticas características, el crimen de Caballito y el crimen de Palermo, ambas víctimas fueron apuñaladas y ejercían el oficio, también eran jóvenes y también se encontraron billetes esparcidos por el cuarto. En ninguno de los tres casos se evidenciaron robos, solamente sabía que estaba frente a un asesino serial.
El jefe de la Brigada, comenzó a buscar elementos, encontró su bolso del cual extrajo tarjetas personales propias y ajenas, papelitos con anotaciones, teléfono móvil, agenda, etc., y lo guardó cuidadosamente, luego se dirigió hacia la pc de la joven, la encendió y una vez iniciada le pidió la contraseña, sin dudar quitó el disco rígido de la máquina y lo guardó con los demás efectos secuestrados.

Antes que termine la jornada, Marcelino llamó a su casa y le ordenó a Beatriz que le prepare una maleta pequeña con algo de ropa, las carpetas con los casos que se encontraban sobre su escritorio y la laptop que tenía guardada en uno de los cajones y se los entregara a Emilio, a quien también llamó para que pasara antes a buscarlo por el estudio y lo llevase a su casa de fin de semana en Belén de Escobar.

A la mañana siguiente, en el departamento de policía, el jefe de la Brigada de investigaciones irrumpió en el despacho del jefe del área de informática y le entregó el disco rígido secuestrado, le solicitó un informe completo de su contenido y un comparativo de los discos de las otras víctimas. Allí mismo se pusieron manos a la obra, colocó el disco en una máquina y la inició, con una maestría incomparable hizo saltar la contraseña y comenzó a revisar el contenido. El primer paso fue la carpeta Documentos para revisar los historiales de conversación. Había una gran cantidad de conversaciones guardadas en la carpeta del mes, pero revisaron una por una, sin vacilar el jefe de informática se levantó del escritorio y sacó de los archivos las copias de los historiales de las otras víctimas, regresó a la pantalla, abrió las carpetas y buscó en ellas un nick que le llamó la atención. En los tres casos Macaco se había comunicado con ellas por el mensajero días antes de los crímenes. Tenían un buena pista, pero había que encontrar al asesino dentro del universo virtual. Investigaciones le pidió a Informática las direcciones de IP’s para luego con una orden solicitar al proveedor de Internet los datos del cliente, pero esa información no fue posible porque el sospechoso utilizó servidores proxys de Estados Unidos y Europa.

Una vez en Belén de Escobar, Marcelino se despidió de Emilio, no sin antes pedirle que regresara por él en tres días, tiempo suficiente para despejarse y estudiar los casos con calma. Pidió una pizza por teléfono, se levantó de su silla de ruedas y se encerró en su despacho, colocó las carpetas sobre el escritorio y conectó su laptop, mientras deglutía la pizza de muzzarela se conectó a la red…..
- Hola Carolina.
- Hola Macaco, como estás?.....

domingo, 2 de enero de 2011

Truhán



En casa de su mejor amiga, Patricia había conocido a Andrés un apuesto y joven científico con veintiocho años, en cambio ella, con sus apenas dieciocho años recién terminada su carrera de maestra no dejó de llamarle la atención que éste le dedicase sonrisas y hasta si se quiere, miradas cómplices.


Desde aquellas insolentes aventurillas del colegio secundario, nadie le había dedicado tanta atención, el caso es que hubo reciprocidad. En tanto Patricia decidió marcharse por la avanzada hora, Andrés se apresuró a pedirle que le permita llevarla hasta su casa. El beneficio de la cercanía les permitió hacerlo caminando, oportunidad que ninguno desperdició, pues a paso lento iban contándose cosas de sus cortas vidas, de sus aspiraciones, de sus sueños…., hasta que la realidad los situó en el destino final, un intercambio de teléfonos, una promesa de volverse a ver y un ansiado beso en la mejilla fueron los protagonistas de esa despedida.


Regresaban de sus labores todos los días juntos, pues el desarrollaba sus investigaciones en un instituto científico situado en San Telmo y pasaba a buscarla por el colegio, en el barrio de Monserrat donde ella ejercía su profesión, disfrutaban mucho ese viaje juntos. No transcurrió mucho tiempo más en que de común acuerdo decidieron ser de novios y hasta llegaron a planificar a futuro.


Las obligaciones personales contribuyeron a romper con la rutina de estar juntos casi a diario, fundamentalmente en Andrés, puesto que en muchas ocasiones los congresos y convenciones le alejaban de la metrópolis. Sin embargo Andrés le había tomado el gustito a esas escapadas, había perdido parte de su vida privada, de su vida individual.... No obstante, Patricia se daba cuenta que algunas veces sus argumentos eras simples excusas, pero Andrés jamás quiso reconocer esa realidad, pese a los planteos de su novia, planteos que iban más allá de la comprensión, pues consideraba justo que cada uno debiera disfrutar de la vida individual, careciendo de sentido continuar con una relación basada en la mentira…


Patricia cumplía veinte años y deseaba pasar ese momento tan especial con todos sus afectos de verdad, sus padres, hermanos, amigos y algunas de sus colegas, Andrés ese día sería su ángel… , pero compromisos imprevistos no le permitieron estar, debía alejarse al sur del país toda esa semana, pues debía conferenciar sobre los avances científicos de unas sustancias inhibidoras, en cuya investigación estaba involucrado. Acepta la realidad presa del descrédito y de la desolación, descubriendo más tarde la mentira y decidiendo poner punto y final a una relación con la cual no tenía sentido continuar.


Sus vidas tomaron rumbos completamente diferentes, ella encontró la pareja justa, llevándola por el camino de la felicidad, dándole paso a su realización como mujer, madre y profesional. En cambio él, pese a que nunca aceptó aquella ruptura, dedicó su vida a la investigación y a las mujeres de vida ligera, aunque nunca vivió tranquilo, siempre que pudo la buscó y se acercó desde aquel entonces.